Geometría de un hallazgo



Huesos diseminados y un lecho reducido a un conjunto de formas geométricas. (¿Rendición?). Bellísimo. Tanto, que por un instante, saboreé el efecto perverso del cambio climático y me perdí en ese laberinto árido de hexágonos y pentágonos. Seguí la línea que partía desde una vértebra medio carcomida por el viento, hasta que se deslizó por su propio hueco. La imaginé cayendo hacia el magma, y su vapor atrapado en un círculo vicioso. Seguí removiendo huesos; de la tibia al sacro, fui moviéndome entre falanges. Dejé la mandíbula donde estaba, en su carcajada inútil, pretérita. Seguí más líneas y formas hasta que un grito me empujó, y caí. Y así, recostada en el polvo, adormecida por los ecos de mi propia voz en los acantilados: Supe.

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