Gotas de rocío
en el centro de la trama
de sus propias substancias escupen
hilos sutiles
sus glándulas
gotas de veneno
presas
en la urdimbre
artesanas del mundo
como el sol como la luna
bordan
entre seda y ponzoña su
tela de araña.
Un muro que rodea algo, o alguien (¿tal vez a mí?). Sombras oscuras que se proyectan sobre las piedras pero también un árbol (o dos) y una tierra fértil que ancla, nutre, deja crecer. Pocos elementos. Y la luz. Ya no hay oscuridad cuando la sombra nace de la luz y del árbol. Ya no hay armadura en las piedras que se funden con las nubes.
Un muro, un árbol (o dos), la sombra, la tierra. Y la luz.
Pocos elementos.
Tan simple.
Tan complejo.
(La vida misma).
De eso se trata.